El mundo jamás contado
Aquí vivía, dentro de una caja de galletas, en la Confitería Prats, Ratón Pérez, según el cuento que el Padre Coloma escribió para el Rey Niño Alfonso XIII
Ayuntamiento de Madrid
Calle Arenal
Madrid
PREÁMBULO
El autor empezó a hacer fotos sin ton ni son, quizá porque tenía un aparato al respecto entre las manos, y sintió la curiosidad de lo que veía, de llevárselo a casa de recuerdo, de robar un trozo de luz. Puertas o portadas que dan paso a un mundo, más de imaginación que de memoria, pero nunca de mentira.
El autor fue haciendo fotos con distintos aparatos de los que graban imágenes, y surgían calidades distintas, no siempre de los mejores aparatos más admiradas y queridas o sugerentes estampas. La fotografía, ya sea por el aparato en cuestión o por la esquiva luz, muestra su mundo, a veces muy distinto del modelo a simple vista.
Solo se siguieron dos normas a la hora de captar las imágenes: que fuera noche, excepto en dos casos, y que no identificasen un negocio o lugar conocido, porque así la historia podría ser más pura y verdadera, más libre, o quizá más historia para lugar que pareciera carecer de ella. Así, la selección de estampas se fue haciendo entre la puerta de origen y la imagen resultante captada según los distintos aparatos, siempre y cuando aquellas fuesen contando una historia al autor, incluso más de una novelería algunas. Las hubo mudas, por muy pintadas y bellas que apareciesen de principio, como si quisiesen contar a otros o no tuviesen qué decir, o el autor no las entendiese en absoluto, perdiéndose sus relatos en el mar del desconocimiento. Pero de las que oyó y entendió, el autor transcribió lo contado, y el tiempo hizo florecer el compendio, hasta el punto de que no se creerá que lo relatado no pueda ser real, porque hecho es.
Ahora solo queda que el lector lo disfrute y se adentre, como la abeja en el panal de miel, en la casilla o portada que quiera, para perderse y no volver jamás al mundo de los sueños.
ÍNDICE: I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII,